ese toro enamorado de la luna...

    Ahí pongo en el blog un Lunario que se puede usar para las diferentes podas, trasplantes y demás tareas. Los escépticos son muy contrarios a este método, que dicho sea de paso, no está científicamente demostrado. Sin embargo, los agüeles del campo llevan vidas guiándose de las fases y posiciones lunares.

 

   De sobra es conocido que nuestro satélite, debido a que describe una órbita alrededor de la Tierra, se aleja y acerca al planeta y, por tanto su atracción varía de unos puntos a otros, influyendo en las raíces y partes de las plantas.

 

Dicen que esto también afecta al estado de ánimo de las personas.

Así que la próxima vez que discutáis con la mujer (o marido) echad un vistazo por la ventana, por si acaso, je, je.

 

trasplante nocturno

Como decíamos ayer (que dijo Unamuno), según llegamos a casa con el olivo desmacetado, lo planté en una maceta de "entrenamiento", con pesas y cinta pa correr, ja, ja.

foto superior, donde se ve el ramaje

El sustrato, de akadama, arcilla volcánica y orgánica; más de las dos primeras. Después de fijar el "bicho" al suelo, lo cubrí con un plástico transparente a modo de invernadero.


Sobre este aspecto algunos colegas dicen que no es necesario hacer esto, sin embargo, he leído y opino lo mismo, que si el árbol tiene hojas en el momento de trasplante no está de más la tarea, ya que evitas que pierda humedad a través de las hojas y el estrés que sufre es menor.


Así que se mantendrá con el plastiquito y a la sombra unas dos semanitas.

¿comida en arabe?.........al-pap-eo

Lo de los bonsáis está muy bien, la verdad, pero el almuerzo que tuvimos el sábado en la Asociación, fue la pera limonera.  Ahí van fotos que lo corroboran.

olivo donado por la suegra

Y no todo en las navidades va a ser malo, ¿no?....je,je.

Y es que mi suegra, a la que mando un beso desde estas líneas, me hizo una donación (sin ánimo de lucro) de un arbolito que tenía en el patio de la casa, y que crecía a su rollete en su maceta.

Lo malo de esta historia es que, debido al reducido tamaño de nuestro coche y que íbamos cargados hasta las trancas, pues el susodicho pre-bonsai, tuvo que venir como Dios lo trajo al mundo, o sease, que la maceta se quedó en casa de Tere (mi suegra benefactora) y el cepellón lo recogimos como pudimos en una bolsa y bien amarradito, viajó unos 600 km de Salamanca a Valencia. Eso sí, lo bajábamos cuando hacíamos un alto en el camino, para que estirara las raíces, ja, ja.

La foto no son muy buenas, pero aquí podemos hacernos una idea de cómo vino en el camino.

otro año más,.... ¡ hale !

.........PORQUE LA VIDA É COMO UN BONSAI..........

..........QUE AUNQUE TENGAS LAS RAÍCES BIEN ECHADAS, SIEMPRE VENDRÁ ALGUNO Y QUERRÁ SACARTE DEL TIESTO......(el muy ioputa)