viernes, 27 de agosto de 2010

nuestros amigos, los acodos. ¿que no?

¡Señor,  dame paciencia, .....pero ¡¡ dámela ya !!
Pues esto es lo que me ocurrió este verano. Resulta que quería hacer unos bonsais de dos árboles que había plantados por aquí cerca. Uno, aunque es algo tosco, a mí me resulta muy bonito y curioso, y algo muy importante, es que es autóctono de España.
Es el caso del algarrobo.
El otro individuo es un      , tan alto y estirado y con esa altanería por el monte, que está diciendo ¡aquí estoy yo! ¿qué pasa? ¿algún problema?...¡a que te meto!
Bueno, como os decía, quería dos arbolitos y la mejor manera que hay sin dañar a la madre natura es el sistema por acodo, ya que te permite, 1º elegir una rama que te guste y que tenga ya su grosor. 2º si enraiza bien, un sistema radicular fino y numeroso.
El caso es que después de seguir los consejos de un librito que tengo y que ponía que de 3 a 4 semanas ya tendrías las raíces formadas, pues voy yo a la tercera semana y sin comprobar si ha creado raíces, pues voy y corto las ramas donde estaban los acodos y me las llevo pa casa.
Claro, mi careto os lo podéis imaginar -compuesta y sin novio-, vamos, ni una sola raíz. Aun así, las planté en espera de que le salieran por inspiración divina, pero me da que va a ser  que no.

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