Y eso que no me gusta coger cosas del campo, y mucho menos, arbolitos que crecen sanotes (Yamadori, que dirían los bonsayistas).
Pero este ejemplar estaba en medio de un proyecto humano llamado "remoledación y construcción de un parque". Y aunque habían intentado no dañar ningún árbol, éste se encontraba en bastante mal estado.
Como se puede comprobar, las raíces están un "pelín" hechas polvo. Puse mi casa echa unos zorros, pero nada que no se pueda remediar con un par de horitas de limpieza.
Según llegué puse las raíces en remojo y me dediqué a preparar la maceta, con algo de sustrato y arena de río, mayormente. No sin antes dar a las raíces una pincelada de enraizante, ya que le tuve que cortar dos raíces gruesas, y las que le quedaban, no tenían un sistema radicular muy desarrollado.
Un árbol de hoja caduca estaba buscando. Y pillé este olmo, que en realidad eran dos, en un vivero. Como se puede ver en la foto son dos palos puros y duros. Pero bueno imagino que ahora que llega la primavera, brotarán y empezarán a echar ramitas.
Al sacar el cepellón no tenía muy claro si separarlos o no, al final decidí dejarlos juntos y los uní con cuerda de esparto. Con el paso del tiempo espero que se unan las raíces y consigan convertirse en uno solo.
