sábado, 9 de enero de 2016

un pino Charro

Aproveché en las Navidades que fui a Salamanca, ciudad-de-moda, para substraer con substrato y buen trato, un  "Pinus silvestris", localizado en el terreno de una obra a medio hacer.



Yo opino que no mola coger árboles del entorno natural (práctica conocida como Yamadori), a no ser que el especimen esté un poco pocho o se encuentre en mal sitio, como el caso que nos ocupa.

Cierto es, y me duele reconocerlo, que no lo hice todo lo correcto que se puede esperar en un transplante a "cepellón abierto", ya que éste se me desmenuzó en el momento de sacarlo. 
Al llegar a casa, mezclé la tierra con arena de río -leí que se hacía en casos de emergencia con pinos- y después lo cubrí con un plástico para evitar su deshidratación. Acabé echándole unos rezos a la Vírgen, para que no se me muera.

En un par de semanas veré si se ha obrado el milagro. Deseadme suerte.


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