¡a la rica naranja!

Pues ya hace un año que tengo este bonito naranjo que, porqué no decirlo, fue un regalo de mi media naranja (valga la ocasión), Ana, mi mujer, a la que dedico estas líneas.

 
 
 
Y, después de tenerla todo el año en maceta de entrenamiento, que dejaré seguramente otro año más, le hice una poda severa, dejando solamente lo que se ve en las fotos y aprovechando también para crear un par de Jin e iniciarme de paso en esta técnica.







Algún amigo me dijo que los naranjos son bastante difíciles para crear bonsái, aun así intentaré que quede lo mejor que pueda -total, no tengo prisa y el arbolito no va a ninguna parte, je, je- y aprovecharé para ir aprendiendo poco a poco las diferentes técnicas y trucos a la hora de modelarlos.