

Y fue tanta el ansia, que no lo hice bien y al ir a doblarlo más de lo debido, se me partió por el tallo-malayo. Acto seguido le di un poco de masilla cicatrizante para minimizar daños y luego le puse una velita a San Pancracio, a ver si se cura el pobrecito.
Pero no contento con eso, estando cambiando la rueda de la bici, se me cayó encima del romero, doblándolo más. Lo gracioso es que ese efecto que quise darle al principio y que no me salió, me lo hizo la ruedita de la bici, con lo que me dije:
LO QUE LA RUEDA-BICI HA UNIDO , QUE NO LO ROMPA LA MANO DEL HOMBRE
(proverbio moderno)
Buenas, pues a ver si tienes suerte y cicatriza saliendo adelante!
ResponderEliminarYo tambien tengo uno y al querer doblegarlo a mi gusto me hizo lo mismo, se quebro.Una poca rafia ya esperar..
Un saludo!